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Prevención de los trastornos músculo-esqueléticos
Gestión del estrés
Comunicación y relaciones humanas
Coaching profesional
Prevención de los trastornos músculo-esqueléticos
Gestión del estrés
Comunicación y relaciones humanas
Coaching profesional
Un HÁBITO es una conducta automatizada cuya función es la de facilitar nuestras acciones volviéndolas más eficaces, fáciles y exactas. Esta rutina, disminuye la atención e implicación que necesita la acción y representa un ahorro de energía para nuestro organismo. Un hábito simplifica la acción y los pasos para realizarla.
Existen tantas maneras de caminar, alcanzar un objeto o sentarse como individuos. Aunque la organización de la acción es la misma, la expresión, varía según el ejecutante, determinando su comportamiento físico, motor o conductual.
Este “comportamiento” no solo depende de la fisiología personal (aunque es obvio que influye en la expresión de nuestros movimientos), sino también del “cómo” ejecutamos nuestras acciones, de los hábitos y de la percepción del movimiento de cada uno.
Desde la perspectiva de la prevención de los Trastornos musculo-esqueléticos (TME), los hábitos disfuncionales, sumados a una repetición del gesto, posturas forzadas y sobrecarga física, incrementan el riesgo de lesión. Estos hábitos, van a influir de manera determinante en la gestión cotidiana de los movimientos del trabajador.
Si bien, no podemos cambiar los movimientos ejecutados en nuestra actividad profesional, si podemos mejorar la manera de hacerlos.
La Educación gestual preventiva, aporta un mayor conocimiento del cuerpo en acción, así como una mayor conciencia del hábito adquirido, incrementando la vigilancia y la autogestión.
No podemos eliminar un hábito, pero si podemos reemplazarlo por uno nuevo.
Para cambiar un hábito es necesario identificarlo y reemplazar la rutina inconsciente por un nuevo aprendizaje. El aprendizaje establecido, es necesario reforzar la pauta por la repetición, proceso indispensable para integrar la nueva configuración cerebral y conducta.
Algunos hábitos de movimiento a pesar de las molestias que producen, parecen eficaces en la medida que nos permiten realizar acciones de manera rutinaria, sin demasiado esfuerzo.
Para reconocerlos, necesitamos discernir qué hacemos y cómo lo hacemos e identificar el grado de eficacia de la acción.
En InPuls, proponemos programas para el cambio de hábitos y actitudes para evitar el absentismo laboral e incrementar la competitividad de la empresa. Actuamos sobre la salud y el bienestar, la comunicación, la motivación y la adaptabilidad al cambio.
A través de nuestros programas para prevenir los TME, aportamos recursos para la mejora de la funcionalidad del movimiento y el desarrollo del potencial físico, permitiendo la reducción de las lesiones y la adopción de mejores reflejos y estrategias en la acción.
Los recursos que desarrollamos permiten:
Nuestros programas para el cambio de hábitos y actitudes, aportan un nuevo enfoque más responsable, más allá del dolor y los gestos repetitivos, factor complementario para la prevención de los TME.