¿Cómo se practica?
La función del coach es crear un espacio de confianza con su cliente, respetando la confidencialidad. En este proceso, se potencian las soluciones para que la demanda del cliente sea exitosa.
A través de:
- un análisis preciso de lo que está en juego,
- un método basado en el cuestionamiento,
- una posición de escucha activa,
- herramientas procedentes de técnicas diversas.
El coach permite a su cliente encontrar las respuestas para obtener resultados concretos y cuantificables.
El coach no propone soluciones, ni aconseja. Pregunta y facilita el cambio. Sostiene el proceso por el cual el cliente se centra en sus prioridades, se compromete en la acción y pone en marcha las acciones adecuadas para lograr sus objetivos.
En la primera entrevista se definen las necesidades y objetivos y después se firma un contrato entre las dos partes. Este contrato permite delimitar un marco de acción, para que el coaching pueda desarrollarse en las mejores condiciones.